La artroscopia de rodilla, a veces llamada exploración de la rodilla, es un procedimiento médico mínimamente invasivo que se usa en la articulación de la rodilla para diagnosticar y tratar afecciones o lesiones de la rodilla. Se realiza con un artroscopio, que es un instrumento quirúrgico diminuto con una luz y una cámara en el extremo que se inserta en la rodilla.
Un médico puede recomendar una exploración de la rodilla si un paciente tiene una afección dolorosa que no responde a un tratamiento no quirúrgico, como medicamentos, inyecciones de cortisona o fisioterapia. En particular, la artroscopia de rodilla suele ayudar a reducir o eliminar el dolor asociado con el daño del cartílago o del tejido blando.
Muchos médicos y pacientes prefieren la exploración de la rodilla a otros procedimientos. Esto se debe a que el cirujano ortopédico de rodilla solo necesita hacer una pequeña incisión para usar el artroscopio. Por lo general, hay menos dolor de rodilla, menos rigidez en las articulaciones y una recuperación más fácil que con otros procedimientos.
Cuando se realiza la artroscopia de rodilla
La artroscopia de rodilla se puede utilizar para hacer o confirmar un diagnóstico y realizar una cirugía:
– Hacer un diagnóstico: si un paciente tiene dolor de rodilla, un médico puede ordenar una radiografía u otras pruebas de imagen. Sin embargo, es posible que el proveedor necesite más información antes de continuar con un tratamiento como la cirugía. En este caso, el médico puede usar la exploración de la rodilla para un diagnóstico o para confirmar el tratamiento. Para hacer esto, un médico hace una pequeña incisión única, luego inserta el pequeño artroscopio en la rodilla y las imágenes se pueden ver en una pantalla de video. Un ejemplo de cómo podría usarse esto es cuando un cirujano quiere ver un desgarro de menisco para evaluar la extensión del daño.
– Realización de la cirugía: si se usa la artroscopia para la cirugía, se hacen pequeñas incisiones en diferentes puntos alrededor de la articulación de la rodilla, además de la abertura que se hace para el artroscopio. Estas aberturas adicionales le permiten al médico insertar pequeños instrumentos quirúrgicos en el área según sea necesario. Utilizando las imágenes del artroscopio como guía, el cirujano puede reparar los ligamentos desgarrados, extraer un menisco desgarrado o dañado, extraer fragmentos óseos sueltos o realizar otros tratamientos.