¿Eres candidato para la artroscopía de cadera? Descubre los criterios clave

La cirugía artroscópica de cadera ha revolucionado el mundo de la ortopedia, permitiendo intervenciones menos invasivas y tiempos de recuperación más cortos.

Sin embargo, no todos los pacientes son idóneos para este procedimiento. ¿Eres uno de ellos? Vamos a desglosar quiénes son los candidatos ideales.

1. Dolor persistente: Si has experimentado dolor en la cadera que no mejora con tratamientos conservadores, como medicamentos o fisioterapia, la artroscopía podría ser una solución.

2. Limitación en la movilidad: La rigidez o la dificultad para mover la cadera, especialmente después de períodos prolongados de inactividad, puede indicar problemas en el interior de la articulación que pueden abordarse con este procedimiento.

3. Lesiones específicas: Pacientes con ciertas lesiones como labrum desgarrado, pinzamiento femoroacetabular o cuerpos libres en la articulación pueden beneficiarse particularmente de una artroscopía.

4. Falta de artritis avanzada: Si bien la artroscopía puede ser útil en las primeras etapas de la artritis, no es el tratamiento recomendado para casos avanzados.

5. Pacientes activos y motivados: Un factor clave para una recuperación exitosa es la disposición del paciente para seguir un régimen de rehabilitación postoperatoria.

Recuerda, la decisión de someterse a una cirugía artroscópica de cadera debe tomarse después de una consulta exhaustiva con tu ortopedista. El diagnóstico adecuado, acompañado de una evaluación minuciosa, garantizará que recibas el tratamiento más apropiado para tu situación.

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